Kappa Bunko: Literatura japonesa

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Entrevista con Lourdes Porta

Hoy os ofrecemos una entrevista con la traductora Lourdes Porta, conocida principalmente por las numerosas traducciones de Murakami Haruki que ha producido a lo largo de su carrera.

KB: ¿Cómo empezó tu carrera de traductora literaria?

Yoshimoto Banana, Kitchen (Tusquets, 1991)

Yoshimoto Banana, Kitchen (Tusquets, 1991)

LP: Mi carrera de traductora literaria empezó por casualidad. A mí me había gustado siempre escribir y me interesaba muchísimo la literatura. De hecho, había empezado a estudiar japonés a principios de los años ochenta con la intención de especializarme en historia social y literatura del Japón contemporáneo. Pero nunca había pensado en dedicarme a la traducción. Y, entonces, en 1990, la editorial Tusquets decidió traducir Kitchen, de Yoshimoto Banana, directamente del japonés y se dirigió al departamento de japonés de la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona. Así fue como empezó mi carrera literaria. Las cinco primeras obras las traduje en colaboración con Jun’ichi Matsuura. Al principio me pesaba la responsabilidad de trasladar al castellano un texto escrito en una lengua tan diferente y, lo que no es menos importante, perteneciente a una cultura tan distinta. Contar con un japonés –con la otra parte- para discutir el estilo, el tono, el registro y algunas decisiones lingüísticas concretas fue para mí muy enriquecedor. Aprendí muchísimo.

KB: Tu primera traducción apareció en 1991. ¿Cómo has visto evolucionar la posición de la literatura japonesa en el mundo editorial hispanohablante desde entonces?

LP: Desde principios de los noventa, la posición de la literatura japonesa ha cambiado muchísimo. En primer lugar, en lo que respecta a la cantidad. A principios de los años 90 eran contados los autores japoneses que podían encontrarse en las estanterías de las librerías. Obras de Mishima Yukio, algún libro de Tanizaki o Dazai. Uno de Murakami Haruki. Haiku. Y, en cuanto a la calidad, la mayor parte de obras –exceptuando el trabajo de Antonio Cabezas y Fernando Rodríguez-Izquierdo- estaban traducidas del inglés o del francés. También era muy distinta la repercusión social de la literatura japonesa. En los años 90 era muy poco conocida. Y en cambio ahora tiene una amplia difusión entre diferentes capas de la población y goza de un gran prestigio.

Mori Ōgai, El ganso salvaje (Impedimenta, 2009)

Mori Ōgai, El ganso salvaje (Impedimenta, 2009)

KB: Has traducido una gama muy amplia de obras, desde clásicos Meiji como El ganso salvaje (Acantilado, 2009) de Mori Ōgai hasta best-sellers contemporáneos como Un grito de amor desde el centro del mundo (Alfaguara, 2008) de Katayama Kyōichi. ¿Hay un género o periodo particular que te resulte más cómodo o interesante, como traductora?

LP: En cuanto a género, sólo he traducido cuento y novela. Estos son los géneros que me resultan más cómodos porque son los que mejor conozco, como traductora y como lectora. Sin embargo, me gustaría traducir algún día poemas de Ishikawa Takuboku. En cuanto al periodo, me siento más cómoda traduciendo obras situadas en la sociedad contemporánea –Murakami Haruki, Yoshimoto Banana o Katayama Kyōichi- porque conozco la sociedad japonesa actual y eso facilita enormemente mi trabajo. Sin embargo, como me interesa mucho la historia social y la literatura, traducir a un clásico como Mori Ōgai, con todo el trabajo de investigación que comporta, me parece fascinante. Por otra parte, estoy muy satisfecha de haber traducido obras con un contenido y un mensaje tan trascendental como La tumba de las luciérnagas y Las algas americanas, de Nosaka Akiyuki, y me encantaría volver a encargarme de un trabajo parecido. No obstante, más que un estilo o una época, lo más importante es el libro. Si la obra me parece interesante, me adapto a lo demás.

KB: Aunque no fue la primera obra de Murakami Haruki que apareció en castellano, tu versión de Tokio Blues (Tusquets, 2005) fue la responsable del inicio del increíble éxito de este autor en España. ¿Cómo afectó esto a tu carrera como traductora?

LP: En primer lugar, y de una manera muy rápida, incidió en un aumento del volumen de trabajo. Más adelante, comportó la aparición en los medios de comunicación: entrevistas en periódicos y televisión, críticas sobre los libros que había traducido en los periódicos. A raíz de la publicación de Tokio Blues empecé a conocer de primera mano la reacción o valoración de los lectores sobre mi trabajo. Comentarios de todo tipo en internet e incluso alguna carta remitida por la editorial o correos electrónicos agradeciendo mi trabajo.

Murakami Haruki, Tokio Blues. Norwegian Wood (Tusquets, 2005)

Murakami Haruki, Tokio Blues. Norwegian Wood (Tusquets, 2005)

KB: A propósito de Tokio Blues, usar ese título (tomado de la traducción italiana de 1993) en vez del original Norwegian Wood, ¿fue idea de la editorial? ¿Qué rol suelen tener los traductores en este tipo de decisiones?

LP: Sí, fue idea de la editorial. Yo estaba en contra. Mi propuesta era Bosques de Noruega, el título japonés. Todas las editoriales que han publicado mis traducciones hasta el momento han respetado escrupulosamente mis decisiones en lo que respecta al contenido de la traducción. Sin embargo, en lo que afecta a los títulos, parece ser que la editorial se reserva el poder de decisión.

KB: En Japón es un lugar común decir que Murakami escribe en japonés como si estuviera traduciendo del inglés. ¿Estás de acuerdo con esa descripción de su estilo? ¿Qué significa eso para quien traduce/lee a Murakami en castellano?

LP: Creo que es una simplificación. Murakami cuenta en el prólogo que escribió en 2014 a la reedición de Escucha la canción del viento y Pinball 1973 que en los inicios de su carrera literaria utilizó el recurso de escribir en inglés –de ajustarse a un número limitado de estructuras gramaticales y de vocabulario-, y trasladarlo después al japonés, para conseguir un estilo depurado alejado del “lenguaje novelístico”. Pero que eso no fue más que un procedimiento práctico que le permitió encontrar su propia voz. El estilo de Murakami es muy simple. Su prosa de frases cortas, desprovista de elementos superfluos, se aleja del estilo literario clásico japonés, pero yo no diría que escribe como si estuviera traduciendo del inglés. Creo que la simplicidad del estilo es una gran dificultad añadida en el momento de traducir. En Murakami, es fundamental conseguir un ritmo muy fluido y crear, además, una atmósfera poética. Y eso no es nada fácil. Creo que es muchísimo más sencillo traducir a otros autores con una prosa de frases más largas y complejas. Más “literaria” para entendernos.

KB: ¿De tus muchas traducciones, cuál es tu favorita? (Ya sea puramente por el original o por las circunstancias de su traducción.)

LP: He traducido unas veinticinco obras y me cuesta elegir una. Mis favoritas son cuatro: La primera, Norwegian Wood. Quería traducirla desde el año 1992. En realidad, aquel año lo propuse a una editorial, pero no les interesó. Y, a continuación, El fin del mundo y un despiadado mundo de las maravillas, de Murakami Haruki; La tumba de las luciérnagas, de Nosaka Akiyuki; El lagarto negro; de Edogawa Ranpo.

KB: Acaba de salir tu versión del clásico del misterio pulp El lagarto negro (Salamandra, 2017) de Edogawa Ranpo. ¿Cómo ha sido ese proyecto? ¿Es tan divertido traducir a Ranpo como leerlo?

LP: Ha sido un trabajo muy interesante. Tanto por lo que respecta al retrato de época como al desarrollo de la acción y al uso del lenguaje. Me he divertido muchísimo.

KB: ¿Qué libro japonés aún inédito en castellano te gustaría que alguien publicara?

LP: Me gustaría traducir Un puñado de arena de Ishikawa Takuboku. Ya está traducido, pero haría una versión muy distinta. También me encantaría traducir a Akutagawa Ryūnosuke: «La vida de un necio», «Ruedas dentadas». Y los cuentos.

KB: Puestos a soñar, ¿cuál sería tu proyecto ideal de traducción, si tuvieras tiempo y recursos ilimitados para llevarlo a cabo? (No tiene por qué ser un original japonés.)

LP: Puestos a soñar, me encantaría coordinar los trabajos de traducción de una colección de literatura japonesa contemporánea. Y si no es posible, me conformaré con seguir traduciendo obras que me gusten.

3 comentarios el “Entrevista con Lourdes Porta

  1. Pingback: Kappa Bunko – Entrevista con Lourdes Porta – Un libro por luna

  2. sergiopaterna
    abril 14, 2017

    ¡Ostras! ¡Se me ha escapado esta entrevista a Lourdes Porta! ¡Y pensar que fui alumno suyo durante dos años!

  3. Blanca Rosa Fabregat
    enero 30, 2021

    Las preguntas, muy oportunas, permiten que la entrevistada despliegue su capacidad para el relato y la información general sobre la literatura japonesa, no muy difunfida en este rincón del mumdo, en un castellano que supera los regionalismos.

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