Nosaka Akiyuki, La tumba de las luciérnagas. Las algas americanas, Acantilado, 1999.
(«Hotaru no haka» y “America hijiki”, 1967)
Traducción de Lourdes Porta y Jun’ichi Matsuura
144 páginas
La editorial Acantilado nos ofrece en este volumen los dos relatos que le dieron a Nosaka Akiyuki (1930-2015) la 58a edición del Premio Naoki.
“La tumba de las luciérnagas” cuenta la historia del adolescente Seita y su hermana pequeña Setsuko, dos huérfanos que intentan sobrevivir en el Japón arrasado de los últimos meses de la II Guerra Mundial. Aunque los ataques más icónicos de la contienda sean las bombas atómicas de Hiroshima (6 de agosto) y Nagasaki (9 de agosto), no cabe olvidar que la aviación aliada llevaba bombardeando ciudades japonesas indiscriminadamente desde marzo de 1945. Seita y Setsuko huyen del bombardeo de Kobe la noche del 16 de marzo de 1945, vagando sin rumbo y malviviendo como pueden de los restos de un país devastado. La prosa sencilla y directa de Nosaka nos acerca sin sensiblería a la situación desesperada de los niños protagonistas, mostrando tanto los momentos de ternura fraternal como la crueldad cotidiana de un pueblo agotado por la guerra.
“Las algas americanas” está ambientado en los años sesenta, pero lleva la impronta inconfundible de la ocupación aliada de Japón (1945-1952). Su protagonista, Toshio, se encuentra con la tarea de hacer de guía turístico por Tokyo para los Higgins, un matrimonio norteamericano que su mujer a conocido durante un viaje a Hawaii. Entregado en cuerpo y alma a impresionar al señor Higgins, Toshio experimenta una particular regresión a su infancia cuando, en un Japón derrotado y hundido en la miseria, servía de intérprete/proxeneta para que chicas japonesas entablaran relaciones con soldados de la ocupación a cambio de comida y otros bienes. Sarcástico y cómico a partes iguales, “Las algas americanas” es uno de los retratos psicológicos más potentes y descarnados de la generación japonesa que experimentó la humillación de la ocupación y el milagro económico de los años cincuenta y sesenta.
La historia de “La tumba de las luciérnagas” alcanzó fama a nivel mundial después de que Studio Ghibli la adaptara en versión animada en 1988.