Haruo Shirane, Tomi Suzuki y David Lurie (eds.), The Cambridge History of Japanese Literature, Cambridge University Press, 2016.
847 págs.
Haruo Shirane, Tomi Suzuki y David Lurie (eds.), The Cambridge History of Japanese Literature (Cambridge University Press, 2016)
Cualquiera que lea regularmente las cuidadas introducciones que suelen acompañar las traducciones de literatura japonesa a nuestro idioma habrá notado que hay una referencia bibliográfica que aparece en todas ellas: la Historia de la literatura japonesa del académico norteamericano Donald Keene (Nueva York, 1922). Publicada entre 1976 y 1993 en cuatro gruesos volúmenes que suman más de tres mil páginas en total, el magnum opus de Keene ha servido a generaciones de estudiosos y aficionados como puerta de entrada al mundo de la literatura japonesa.
Probablemente nadie podrá escribir en solitario otra Historia como la de Keene, pero la Universidad de Cambridge ha tenido la afortunada idea de publicar un volumen que será sin duda la nueva referencia de cabecera de cualquier interesado en la literatura japonesa fuera de Japón.
Editado por los profesores Haruo Shirane, Tomi Suzuki y David Lurie (todos de la Universidad de Columbia, EEUU), este volumen se compone de ochenta breves capítulos escritos por sesenta y siete especialistas de todo el mundo.
Comparando su índice con el de Keene, es fácil ver cómo han cambiado los estudios de literatura japonesa en la veintena larga de años que separa ambas obras. Mientras que en la Historia de Keene los autores canónicos servían de principio vertebrador de la obra, la Historia de Cambridge se organiza por géneros y movimientos, prestando atención tanto a los clásicos como a cuestiones de recepción, comentario y canonización.
Así, no sólo hay capítulos sobre la poesía waka o el Genji monogatari, sino también sobre la poesía e historia escrita en chino clásico en la era Heian. Al capítulo sobre la literatura urbana de Ihara Saikaku le acompaña también otro sobre la industria editorial de la era Edo (1600-1868). Es especialmente en la parte dedicada a la literatura moderna donde se aprecia un claro esfuerzo por expandir los horizontes de lo que tradicionalmente se ha estudiado como literatura japonesa. La Historia de Cambridge incluye capítulos sobre la literatura en las colonias del Imperio Japonés (1895-1945), la relación entre literatura y cine, la aparición de la cultura shōjo en el manga o las obras escritas por autores de Okinawa o coreanos residentes en Japón.
Lejos de ser un proyecto exclusivamente anglosajón, este esfuerzo por repensar los límites y la riqueza de la literatura japonesa goza también de gran vitalidad en la academia japonesa, como dan fe las numerosas historias de la literatura publicadas últimamente en japonés. Un ejemplo de espíritu cercano a la Historia de Cambridge puede ser Nihon «bun»-gaku shi (Historia de la «letra»-tura japonesa, Bensei shuppan, 2015), editada recientemente por Kōno Kimiko y otros profesores de la Universidad de Waseda (Tokyo).
Como demuestra su elevado precio, la Historia de Cambridge no está pensada para el mercado de masas, pero esperamos que llegue pronto a las bibliotecas de nuestras universidades para acercar el universo de la literatura japonesa a estudiantes curiosos en todo el mundo.