Reedición de Mozu no sakebu yoru (Shūeisha, 2014), con una nueva cubierta basada en la serie de televisión.
Una de las características más interesantes del mercado cultural japonés es el desarrollo del llamado «media mix», es decir la producción de un mismo material en varios medios como puede ser el cine, la animación, el manga, los videojuegos, etc. La literatura lleva mucho tiempo participando en este «media mix», y tiene una relación especialmente estrecha con la televisión, particularmente en forma de series dramáticas o dorama. Así pues, en Japón no sólo es común que se adapten novelas al cine, sino que también es muy común verlas convertidas en series de televisión.
La literatura que se adapta a televisión abarca todos los géneros, pero ocupan un lugar especialmente destacado el misterio y la ficción histórica. En el caso del misterio, su tendencia a la narrativa episódica lo hace un género ideal para la televisión. El modelo narrativo del «caso», una historia con principio y final propio pero que puede compartir protagonista(s) con otras, corresponde de manera natural a la serialización televisiva.
En cuanto a la ficción histórica, se beneficia de la larga tradición de taiga dorama (series río) que la cadena pública NHK ha producido cada año desde 1963. Los taiga dorama se han basado tradicionalmente en novelas históricas ambientadas en el pasado de Japón. Sin embargo, en los últimos años hay una tendencia clara a producir guiones originales, en vez de adaptaciones de obras literarias.
Esta temporada, NHK emite una producción basada en el primer volumen de Bonkura, una serie de novelas de misterio de Miyabe Miyuki ambientadas en la era Tokugawa. También se han estrenado este otoño N no tame ni (Para N, TBS), basada en la novela de 2010 de Minato Kanae, y Heisei saru kani kassenzu (La batalla del mono y el cangrejo de la era Heisei, WOWOW), según la obra del mismo título publicada en 2011 por Yoshida Shūichi.
Por otro lado, Gunshi Kanbei (Kanbei, el estratega, NHK), el taiga dorama de 2014, es por tercer año consecutivo una historia original, y no una adaptación literaria. Maekawa Yōichi es el autor del guión y Okada Jun’ichi, del trío de pop V6, interpreta al protagonista, interpreta a Kuroda Kanbei (1536-1604), estratega del gran general Toyotomi Hideyoshi.
Aunque es menos frecuente, también ha habido adaptaciones a la televisión obras de literatura extranjera. En invierno de 2013, Fuji TV emitió Karamaazofu no kyōdai, una relectura de la novela de Dostoyevski Los hermanos Karamazov (1880) ambientada en el Japón actual, con Saitō Takumi, Ichihara Hayato y Hayashi Kento de protagonistas. Esta pasada primavera de 2014, Asano Tadanobu hizo de Philip Marlowe, rebautizado Masuzawa Banji, para Long Goodbye, la adaptación de la novela de Raymond Chandler El largo adiós (1953) producida por NHK.
A veces el estreno de una serie puede servir para relanzar la obra de un escritor. Después del éxito esta primavera de MOZU (TBS), se han reeditado con muy buenas ventas las novelas originales de la serie de Ōsaka Gō: Mozu no sakebu yoru (El alcaudón canta de noche, 1986). Ōsaka es conocido, por cierto, por sus novelas de espías ambientadas en la Península Ibérica durante la Segunda Guerra Mundial.
En algunos casos, la interacción entre televisión y literatura ha funcionado en el sentido opuesto, produciendo libros basados en programas de éxito. La serie cómica Trick, protagonizada por Abe Hiroshi y Nakama Yukie, ha tenido una decena de novelizaciones. Aibō (Compañeros), la serie policial de mayor éxito de la última década, protagonizada por Mizutani Yutaka, no sólo ha tenido novelizaciones de cada una de sus doce temporadas, sino que también ha servido de inspiración para una serie de novelas originales escritas por Torikai Hiu (firmadas con el anagrama Orikai Hito).