Hoy se cumplen cien años de la muerte de Oshikawa Shunrō (1876-1914), uno de los pioneros de la literatura de ciencia ficción en Japón.
Nacido Oshikawa Masaari en Matsuyama (Aichi), Shunrō creció en varias ciudades del noroeste de Japón, siguiendo a su padre Masayoshi, un conocido pastor y educador cristiano.
Shunrō tuvo una educación accidentada en varias instituciones, hasta que acabó recalando en la Escuela Especializada de Tokyo (Tōkyō Senmon Gakkō, actual Universidad de Waseda), donde estudió inglés y ciencias políticas. Shunrō estuvo también implicado en la fundación del club de béisbol de Waseda, aún hoy uno de los clubes de béisbol universitario más populares del país.
Mientras era estudiante universitario publicó la novela que le llevó a la fama: Kaitō bōken kitan: Kaitei gunkan (Historia fantástica de aventuras marítimas: el barco de guerra submarino, 1900). Inspirada por las obras de Julio Verne, un autor muy leído en el Japón de la época, Shunrō creó la figura del capitán Sakuragi y su submarino Denkōtei (El buque eléctrico). El gran éxito de la obra motivó a Shunrō a escribir cinco entregas más, en las que el Denkōtei se enfrenta a piratas y potencias extranjeras que amenazan a Japón.
Después de escribir para la revista Nichirō sensō shashin gahō durante la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905), Shunrō convenció a la editorial Hakubunkan para que, una vez terminada la guerra, le dejaran reconvertirla en una revista de novelas de aventuras. Así nació Bōken sekai (Mundo aventurero), donde aparecerían por entregas la mayoría de sus novelas de ciencia ficción, misterio y exploración. En 1912 dejó Hakubunkan para fundar Bukyō sekai (Mundo heroico), una nueva revista donde trataría también de temas deportivos, políticos e históricos.
Murió de una neumonía a la temprana edad de treinta y ocho años.
Varias de sus novelas fueron llevadas al cine en el Japón de preguerra, pero la adaptación más famosa es probablemente Atragon (Honda Ishirō, 1963).