El sonido de la cascada
ha cesado, hace ya tiempo
y sin embargo
su fama sigue fluyendo
y aún se escucha.
naki no oto wa
taete hisashiku
narinuredo
na koso nagarete
nao kikoekere
Parece que Fujiwara no Kintō (966-1041) compuso este poema junto a otros poetas del waka que se habían reunido para celebrar una viaja cascada cerca del templo budista Daikakuji.
Este templo en las afueras de la ciudad de Kyoto, en dirección al oeste, era originalmente la villa de recreo de verano del emperador Saga (786-842).
La cascada, así como los ríos en general, cuyo nombre (na) era conocido, funcionaban como metáfora de la fama de una persona o de una familia. Lo mismo ocurre con nagaru (fluir) y con kikoyu (escuchar), que también aparecen en este poema.
Kintō provenía de una familia de poetas. Su abuelo era el famoso Fujiwara no Tadahira (880-949, poema 26), y su hijo Sadayori (995-1045, poema 64) también ganaría fama como poeta.
Lo mismo ocurría con Teika, el compilador de esta serie de poemas, cuyo padre Shunzei (1114-1204) había dominado el mundo de la poesía cortesana por décadas.
La leyenda cuenta que Teika compuso esta antología en el Monte Ogura, al oeste de Kyoto, muy cerca del templo Daikakuji.
Si Kintō trae a cuento la fama de la cascada para celebrar su propia familia, Teika hace algo parecido al seleccionar el poema de Kintō.