Pronto abandonaré
este mundo, del que
para llevarme un recuerdo
ahora, una vez más
deseo verte
arazaramu
kono yo no hoka no
omoide ni
ima hitotabi no
au koto mogana
Izumi Shikibu (n. entre 976 y 978) envió este poema a un amante, o quizás a un amigo, desde su lecho de enferma.
La poesía waka es por regla general indirecta, dada a utilizar metáforas e imágenes en lugar de expresiones sencillas y francas de sentimiento.
Este poema de Izumi Shikibu es la excepción. Lo que lo hace excepcional, en su lugar, es la combinación de sonidos que la poeta construyó.
Shikibu tenía una pluma (un pincel, para ser más exactos) muy musical: nótese la línea de sonidos «a» que abre el poema, los «o» que lo continúan, los «i» y los «e» que recién aparecen en la tercera línea, y el retorno a los «a» y «o» en el final.
Extraño los domingos de poesía.