Hoy hace 75 años moría la escritora Hasegawa Shigure (1879-1941).
Shigure, nacida Yasu, tuvo desde pequeña acceso a la vasta biblioteca de su padre, uno de los primeros abogados del país y gran aficionado al teatro kabuki, pero su educación se vio limitada por las ideas de su tiempo sobre el rol social de la mujer. Su madre, preocupada por la desmesurada afición de su hija a la literatura, le prohibió leer por miedo a que eso afectara a sus perspectivas matrimoniales. Después de formarse en las actividades propias de una mujer de su clase, su familia la casó con apenas dieciocho años con un vecino de posición acomodada.
Aunque su matrimonio no parece haber sido muy feliz (su marido tenía tan poco interés en ella, como ella en él), al menos Shigure pudo dedicarse de lleno a la escritura. En 1905 el periódico Yomiuri publicó su obra dramática Kaichōon (El rumor de la marea), que recibió los elogios del famosísimo Tsubouchi Shōyō (1859-1935), padre del teatro japonés moderno. Esta obra inició un fructífero periodo de colaboración, durante el cual Shigure escribió varios guiones para kabuki moderno y shinpa. Varias de estas piezas tratan los problemas de la mujer moderna para alcanzar la libertad plena en una sociedad cambiante.
En 1916 Shigure conoció al también escritor Mikami Otokichi (1891-1944), que se convertiría en uno de los autores de novela histórica más populares de los años treinta. La pareja empezaría a vivir junta tres años después, y Shigure dejó el teatro para escribir ficción en prosa, que estaba entonces mejor pagada, y poder ayudar a Mikami a lanzar su carrera.
Shigure reinvirtió los beneficios de su carrera y la de Mikami en lanzar la revista Nyōnin geijutsu (Arte femenino) en agosto de 1923. Aunque sólo se pudieron publicar dos números antes de que el Gran Terremoto de Kantō del 1 de septiembre de 1923 asolara la capital y paralizara completamente la industria editorial japonesa, la revista renació pocos años más tarde en 1928 y se convirtió en uno de los espacios principales para dar a conocer el trabajo de las creadoras de la época. En ella se publicaron, por ejemplo, obras como Hōrōki (Diario de una vagabunda) de Hayashi Fumiko (1903-1950).
Cuando la presión de la censura militar hizo imposible continuar Nyōnin geijutsu en 1933, Shigure se reinventó de nuevo creando Kagayaku-kai, una organización de artistas femeninas dispuestas a trabajar dentro del espacio permitido por el discurso imperial oficial.
Hay quien considera que el hecho de morir antes del final de la guerra, sin oportunidad de retractarse de este periodo de colaboración con la propaganda imperialista, ha afectado negativamente a la fama de Shigure en círculos académicos. En cualquier caso, es innegable que Shigure fue una persona clave en el desarrollo del teatro japonés moderno, y en la creación de un espacio propio para las autoras japonesas de la primera mitad del siglo XX.