Hayashi Fumiko, Diario de una vagabunda, Satori, 2013.
(Hōrōki, 1930)
Traducción de Virginia Meza
251 páginas
La novela que nos ocupa fue publicada entre 1928 y 1930 en la revista Nyonin geijutsu (Arte femenino), dirigida por escritora feminista Hasegawa Shigure. La publicación apareció inicialmente por entregas y consiguió tal éxito que en 1930 logró publicarse como libro. Se vendieron 600.000 ejemplares, cosa que animó a la editorial Shinchōsha a publicar la versión definitiva en 1939 y más tarde, en 1946, a añadir una tercera parte a la novela bajo el nombre de Nuevo diario de una vagabunda.
La historia trata de la errante vida de una joven que emigra a Tokio siguiendo a su amante y que después de su separación, se ve obligada a trabajar para mantenerse. A pesar de tener talento para la literatura, la joven se encuentra atrapada en una espiral de trabajos mal pagados y cansados, que la llevan a sufrir hambre y frustración. Su vida sentimental también navega a la deriva, compartiendo habitaciones funestas con amantes pasajeros y recordando con rencor el primer amor perdido. Lo único por lo que la mantiene con esperanza es el amor incondicional por su madre, que a pesar de vivir a kilómetros de distancia siempre está presente en sus pensamientos.
La novela original está escrita en forma de diario, con entradas cortas y frases inacabadas. Hayashi utiliza un lenguaje coloquial, directo y con expresiones espontáneas y familiares. Emplea numerosas onomatopeyas y su estilo es fresco y poco refinado, aunque no carente de sensibilidad y poesía. La versión definitiva de la novela corrige el estilo inicial, eliminando el formato de diario para añadir elegancia a la prosa, cosa que hace que el texto pierda autenticidad y energía. Parece ser que Hayashi decidió retocar la novela para elevar su literatura a un mejor estatus y equipararse a otros escritores de la alta literatura japonesa. No obstante, el escrito original posee una fuerza y singularidad cautivadoras y es por ese motivo que hoy en día se conservan las tres versiones del relato.
El hecho de estar escrito en primera persona dota al relato de gran realismo y personalidad, además de cautivar al lector desde el primer momento. Hayashi basa su relato en su propia experiencia en los bajos fondos de Tokio, cuando trabajaba de camarera en bares nocturnos o de operaria en fábricas de juguetes. Sin embargo, la novela dista de ser un elogio al victimismo y destaca por la personalidad y espíritu de supervivencia de la protagonista, que encarna la imagen de mujer independiente y luchadora que despuntaba en el Japón de principios de la época Shōwa (1926-1989).
A raíz de Diario de una vagabunda, Hayashi fue considerada una escritora feminista que denunciaba la discriminación de la mujer y la pobreza de los barrios bajos. Su círculo de amigos compartía las ideas anarquistas y comunistas de los intelectuales de los años 20-30 e incluso Hayashi llegó a ser detenida por la policía en 1933. Sin embargo, en sus obras no demuestra una ideología política clara y simplemente se limita a denunciar las desigualdades sociales. Así pues, su narrativa es más realista que rebelde ya que como dice en su novela: “si no puedes comer, no sirve de nada la ideología ni la religión”.