Hoy os traemos un poema de Yosano Akiko (1878-1942), quizás la poeta femenina más importante de la primera mitad del siglo XX en Japón.
Se trata de un poema tanka de su primera colección Midaregami (Cabellera enmarañada, 1901).
Hasta que nos encontremos
convertidos en estrellas,
olvida la voz del otoño
que una vez oímos
desde la misma cama.
Hoshi to narite
awamu sore made
omoi idena
hitotsu fusuma ni
kikishi aki no koe.
No está claro si la voz poética le está hablando a alguien, o simplemente a sí misma, pero parece claro que quiere olvidar, al menos hasta la muerte («convertirse en estrellas»), una relación romántica («la misma cama») pasada.
¿Es alguien diciendo al amante al que abandona que no se obsesione con revivir el amor que ya ha pasado? ¿O alguien hablando consigo mismo, intentando apartar imágenes del pasado que son ahora demasiado tristes?
En cualquier caso, no parece que sea tan fácil no volver a recordar la «voz del otoño» que escucharon juntos. No es extraño. ¿Quién no tiene un amor pasado que preferiría olvidar, pero que vuelve siempre en recuerdos tan dulces como dolorosos?
«Convertidos en estrellas» puede ser una referencia a la leyenda de Orihime y Hikoboshi (las estrellas Vega y Altair) cuyo encuentro una vez al año se celebra en el festival de Tanabata (Qixi en China).
La «voz del otoño» muy probablemente sea un ciervo que brama buscando pareja, según el imaginario clásico de la poesía waka.