Hombres salmonela en el planeta porno y Estoy desnudo

Estoy desnudo (Atalanta, 2009)

La experiencia que tiene uno cuando lee los cuentos de Tsutsui se asemeja a la que parecen tener aquellos a quienes recomiendo sus libros cuando oyen los títulos de estas dos colecciones: un poco de shock, una pincelada de ironía, un pellizco de reconocimiento de la parodia y una cucharada sopera de morbo indecente y travieso.

A pesar de que a menudo se etiqueta a Tsutsui como escritor de ciencia-ficción, esta muletilla, como suele sucederle a todos los escritores, se queda corta y resulta insuficiente a la hora de encercar todas y cada una de las características de su estilo. Además de obras más clásicas del género, Tsutsui, al igual que otros escritores de S-F de su generación como Hoshi Shin’ichi, se especializa en relatos que podrían considerarse «misterios fantásticos»: elementos extraños e inexplicables rompen con una situación de lógica mundana para sembrar el caos en el mundo diegético y la confusión en el lector inadvertido.

En esta línea y si cogemos los relatos contenidos en las dos colecciones publicadas en español como referencia, encontramos que podemos separarlos entre dos grupos diferentes como dos hermanos. Por una parte tenemos las historias de viajes interestelares: entre mezcla de burla del género y reinterpretación del mismo, Tsutsui recicla una misma premisa – el viajero interplanetario, funcionario japonés o investigador científico, al que se le asigna la tarea de investigar un planeta – para trillar con ironía las convenciones del género y al mismo tiempo construir sus más disimuladas metáforas críticas a la sociedad del momento en el planeta Tierra – y decir disimuladas, en su caso, es siempre en comparación a su habitual transparencia. Un gran ejemplo de este tipo de cuentos es «Articulaciones», en el que un currante sin formación específica debe asumir las tareas de embajador en un planeta en el que sus habitantes se comunican chasquiendo las articulaciones de su cuerpo.

Por otra parte están los ya mencionados «misterios fantásticos». Su fórmula es sencilla: una situación de conocida naturalidad es interrumpida por un elemento extraño, ya sea natural – un robo, un asesinato, un incendio – como paranormal – un invento estrambótico, una especie desconocida, una circunstancia sin explicación, desencadenando una serie de acontecimientos a la cual más absurdos para terminar en un clímax paradigmático, tras el cual nada vuelve a ser igual que antes. La cadena de desgracias tiene sin embargo en el corazón de sus motivos la ineptitud y la falta de racionalidad a la que tiende el ser humano a la mínima que saltan los plomos. Como ejemplo de este tipo de relatos,  me gustaría destacar «Maneras de morir» por tenerlo todo, y preguntaros lectores cómo reaccionaríais si un oni con garrote entrara a la sala de juntas mientras mantenéis una reunión con vuestros socios y colegas.

Breves y altamente adictivos, los relatos de Tsutsui se consumen con una voracidad animal hasta por el lector más pausado, para dar paso a una digestión ligera, pero larga.