Como autor del sexto poema de la colección Hyakunin isshu figura Ōtomo no Yakamochi (m. 785), poeta consumado y editor de la primera gran colección de poesía waka, Manyōshū (Colección de una miríada de hojas, 785).
Un puente
tienden la urracas,
cubierto de escarcha
tan blanca y al verla
¡qué profunda se ha hecho la noche!
kasasagi no
wataseru hashi ni
oku shimo no
shiroki o mireba
yo zo fuke ni keru
Comentario
Cuenta una vieja leyenda que en el cielo viven dos amantes, la hilandera Orihime (Vega) y el pastor Hikoboshi (Altair). Los separa la vía láctea, el río celestial (ama no gawa), y tan sólo una vez al año, a comienzos del otoño, la noche del séptimo día del séptimo mes (tanabata), se pueden encontrar, cuando una bandada de urracas tiende un puente con sus alas sobre el río para los amantes.
Así leían este poema algunos poetas hacia el siglo trece, pero es probable que Yakamochi sólo haya tenido en mente una escalera del palacio imperial, a la que con afectación llamaban ‘el puente de las urracas’ (kasasagi no hashi). La escarcha blanquísima y pura que cubre los peldaños indica al poeta que la noche de invierno está ya avanzada. Lo que es peor, este poema no aparece en el Manyōshū, sino en la Colección Personal de Yakamochi (Yakamochi-shû), en la que a lo largo de los años se fueron colando poemas de otros autores. Es muy probable que el autor del poema ni siquiera haya sido Yakamochi.
En cualquier caso, el lamento que cierra el poema, ¡qué profunda se ha hecho la noche!, puede bien ser el de los amantes, que sufren al ver que la noche avanza y les queda ya poco tiempo para estar juntos.
Teika, el editor de Hyakunin isshu, incluyó este poema también en la octava colección imperial, Shin-kokin-waka-shū (Nueva colección de poemas de ayer y hoy, 1205), volúmen n. 6 (invierno), poema n. 620.