Cuando se trata de nombres japoneses la convención dicta poner el apellido delante del nombre de pila. Si hablamos sobre escritores como Kawakami Hiromi, Ogawa Yōko o Murakami Haruki, nos podemos referir a ellos como Kawakami, Ogawa y Murakami. Entonces, ¿por qué cuando se abrevia el nombre de autores como Higuchi Ichiyō o Masaoka Shiki se les llama “Ichiyō” y “Shiki”, y no “Higuchi” y “Masaoka”?
Puede parecer que estamos utilizando el nombre de pila del autor, pero no es así. Los nombres que les dieron al nacer fueron Natsu y Tsunenori, respectivamente. “Ichiyō” y “Shiki” eran sus “nombres artísticos” (gō, en japonés) como escritores.
Tradicionalmente, los escritores (como el resto de artistas) usaban un gō que podía cambiar durante su vida o según el género que se practicara. Por poner un ejemplo, el autor que conocemos como Ihara Saikaku (1642-1693) empezó su carrera bajo el gō Kakuei, pero a lo largo de los años usó también muchos otros como Shōju, Naniwa Hairin y Saihō, además de Saikaku, que es como se le conoce hoy en día. Otro ejemplo más cercano en el tiempo sería Natsume Sōseki (nombre legal: Natsume Kinnosuke), que usaba Sōseki para firmar sus novelas y Gudabutsu para sus haiku.
Hasta las primeras décadas del s. XX, a la mayoría de autores se les conoce por una combinación de su apellido legal y su gō. En tales casos, es común referirse al autor por su gō y no por su apellido. Así, un haiku de Masaoka Shiki es “un haiku de Shiki” y un relato de Higuchi Ichiyō es “un relato de Ichiyō”.
Actualmente, los autores firman con su nombre legal o un seudónimo compuesto de apellido y nombre de pila. En cualquier caso, se suele usar sólo el apellido (sea el legal o el arístico) para referirse a ellos de forma abreviada. Kirino Natsuo (nombre legal: Hashioka Mariko) es simplemente Kirino. Akutagawa Ryūnosuke, aunque tuvo diversos gō como Chōkōdō Shujin o Gaki, se conoce por su apellido legal: Akutagawa.