¿Cuánto siquiera,
cómo podría yo decirte? Es como la hierba que crece en el monte Ibuki
y que se quema sobre la piel para curar,
aún yo mismo no sé
cuánto arde por ti mi corazón.
kaku to dani
e ya wa ibuki no
sashimo-gusa
sa shimo shiraji na
moyuru omoi wo
Fujiwara no Sanekata (m. 998) envió este poema a una dama a la que casi no conocía.
Las hierbas sashimo-gusa, en castellano conocidas como Artemisa, se utilizan en el tratamiento de moxibustión. Las hojas secas se trituran y se queman sobre la piel del paciente. El poeta las presenta como metáfora del amor (omoi) que arde (moyuru) en su pecho. De forma similar, omoi, que se escribe omohi, esconde hi, que significa ‘fuego’. También Ibuki, que es un monte en Shimotsuke, o quizás un monte en la frontera entre Mino y Ōmi, se escribe ihuki, que esconde ihu, ‘decir’. La repetición de sashimo (como sa shimo, ‘así’) sugiere la impaciencia del poeta por tener contacto con su amada.
Aún más que amor por la dama, el poema refleja la pasión de Sanekata por el lenguaje.
Ariel: que gusto leer cada Domingo tus interesantes comentarios, ¡Felicidades!