Hoy queremos compartir el poema de Hagiwara Sakutarō (1886-1942) «Luna Park ni te» («En Luna Park»), publicado en su última colección Hyōtō (La isla de hielo, 1934).
«En Luna Park»
Cae la tarde en Luna Park.
La música de la banda retumba por el cielo.
Los caballitos a toda velocidad.
Globos rojos brillantes
flotan sobre la multitud.
Hemos venido aquí en domingo
para montarnos en el avión del carrusel.
Tu acompañante pensativo está triste.
¿Cómo hacer que tus ojos
muestren su tierna melancolía?
¿Cómo hacer que te acerques
y le des la mano para que te la bese?
¡Mira cómo el horizonte se eleva, se inclina y se hunde
más allá del cielo que surcamos!
Ante el sol poniente, crepúsculo de primavera,
ya hemos visto los caminos
que nuestra vida no tomará.
Soltemos las penas efímeras
y ¡a volar! ¡a volar!
En la luz brillante de abril,
nos unimos a la multitud alborozada
para montarnos en el avión del carrusel,
pero tu vals te aleja
y tu acompañante pensativo está triste.
El poema utiliza hábilmente la imagen del avión del carrusel para expresar la sensación de impotencia de un amante que siente que su amada se está alejando emocionalmente de él. En contraste con la estridente felicidad de los globos de colores y la música del parque, el yo poético sabe que, por mucho que el avión del carrusel cree la ilusión de poder salir volando realmente por el cielo, está condenado a quedarse dando vueltas, lastrado por la pena.
Luna Park era un parque de atracciones que operó en el barrio de Shin-sekai de la ciudad de Osaka entre 1912 y 1923. Su nombre fue tomado del Luna Park estadounidense, situado en Coney Island (Brooklyn, NY) entre 1903 y 1944. Actualmente, en Maebashi (Gunma), ciudad natal de Hagiwara, hay un parque de atracciones llamado Luna Park en homenaje a este poema.