Tanaka Yoshiki, Ōto enjō. Arslan senki 1 (La capital en llamas. Crónica de Arslan 1), Kadokawa shoten, 1986.
En la llanura de Atropatene, el ejército del reino de Pars se prepara para plantar batalla a las tropas de Lusitania. Acostumbrada a batir siempre a sus enemigos, la caballería parsi espera confiada a los invasores bajo la mirada del rey Andrágoras III y su hijo Arslan, el príncipe heredero de catorce años. Considerando que la novela se titula La capital en llamas, no sorprenderá a nadie que la batalla se resuelva de manera aplastante (aunque no muy realista) a favor de los lusitanos. Así llega el fin del orgulloso reino de Pars, pero también el principio de las aventuras del príncipe Arslan, protagonista de esta clásica saga de fantasía épica japonesa que aún hoy sigue viva después de treinta años y catorce volúmenes.
En tanto que fue uno de los primeros experimentos japoneses en el género, no es extraño encontrar en la saga elementos que hoy nos parecen demasiado manidos, pero que entonces aún no habían perdido su frescura. Sin ir más lejos, el protagonista adolescente que se ve desposeído de su reino y debe crecer como persona a través de diversas peripecias para recuperarlo. Igualmente familiar resulta la composición de su banda de héroes amigos, que da fe del alcance global del modelo Dungeons and Dragons en los ochenta: el fiel guerrero Daryun, el astuto general Narses (inspirado quizás por el agudo Zhuge Liang del romance chino de los Tres Reinos), el bardo-ladrón Guive y la clériga Farangis.
Más que el héroe que da título a la saga, en este primer volumen llaman la atención sus antagonistas, en los que se aprecia el esfuerzo de Tanaka por dotar a su obra de cierta complejidad moral. En vez de un ejército anónimo al servicio de un poderoso nigromante, los lusitanos contienen numerosos actores con distintas motivaciones. Más que un monarca absoluto, el rey de Lusitania Innocentius VII parece a veces un peón en manos de sus consejeros, tanto su hermano menor Guiscard como Baudin, gran sacerdote del dios lusitano Yaldabaoth. El ala militar y religiosa lusitana se necesitan una a otra, del mismo modo que ambas necesitan la legitimidad del rey, pero las dos parecen dispuestas a traicionarse sin muchos remordimientos si la situación les fuera beneficiosa. Aún más oscuras parecen las motivaciones de los traidores que trabajan para los lusitanos dentro de Pars, o del misterioso Hombre de la Máscara de Plata, que cabalga con el ejército invasor pero sabe demasiado acerca de la corte parsi para ser extranjero.
Otro de los grandes aciertos de Arslan senki es su ambientación, que huye de modelos europeos, chinos o japoneses. Basada en líneas generales en el poema épico persa Amir Arsalan-e namdar (s. XIX), la saga describe con gran riqueza el reino de Pars, modelado sobre la Persia Sasánida (224-651). Los invasores lusitanos, como monoteístas sedientos de conquista, se pueden identificar con los ejércitos árabes del s. VII que destruyeron precisamente el imperio Sasánida. También hay varios elementos que los asocian con los cruzados europeos que desembarcaron en el Levante mediterráneo unos siglos después, como los nombres de los personajes y de su reino (tomado del nombre latino de Portugal).
La manera como Tanaka trata el choque de religiones resulta también interesante. Además de mantener una cierta ambigüedad sobre la existencia real de los dioses a los que rezan parsis y lusitanos (y sobre la posibilidad de que otros seres sobrenaturales intervengan también en su mundo), la novela utiliza con acierto las dimensiones políticas de ambas religiones. La religión lusitana es integrista e intolerante, pero su monoteísmo viene acompañado de una ideología de igualdad universal. Los parsis son más tolerantes, pero su economía funciona gracias a la opresión de una clase de esclavos sin derecho alguno. La reacción de estos esclavos ante la posibilidad de verse liberados, aunque sea a manos de un ejército invasor de fanáticos, abre otra fuente de conflicto dramático que complica el enfrentamiento entre las dos culturas.
Arslan senki ha tenido dos adaptaciones al manga, dibujadas por Nakamura Chisato y Arakawa Hiromu respectivamente. La versión de Arakawa fue la base de una versión animada posterior, emitida en 2015.