El gran espejo del amor entre hombres (Satori, 2013) es una colección de historias sobre el tema del romance homosexual. Publicada en 1687 bajo el título Nanshoku ōkagami, se trata de la obra más extensa de Ihara Saikaku (1642-1693).
El lugar preferido para los amores entre hombres era el teatro kabuki, en el que aun los roles femeninos eran actuados por hombres, con frecuencia atractivos jóvenes. Era común que un hombre maduro (nenja) estableciera una relación con un adolescente (wakashu). Había dos tipos de nenja. Algunos, habiendo formado una familia con una mujer, solían buscar relaciones con hombres jóvenes, y frecuentar burdeles de mujeres. Se los llamaba «aficionados a los jóvenes» (shōjin-zuki), para diferenciarlos de los «misóginos» (onna-girai), que despreciaban las relaciones heterosexuales y sólo tenían intimidad con hombres jóvenes. El gran espejo del amor entre hombres se concentra casi exclusivamente en este segundo grupo, de hombres dedicados por completo a sus wakashu.
La homosexualidad no sufría de censura o persecución. El teatro y los barrios rojos, sin embargo, eran lugares peligrosos en el imaginario oficial. Estaban altamente regulados por el gobierno, y se les temía por la oportunidades que ofrecían para el contacto entre personas de diferentes clases y para el comercio sexual. Los barrios rojos eran famosos también a través de decenas de casos de hombres ricos que habían perdido la cabeza por una mujer o un hombre, y dilapidado su fortuna en juergas y agasajos.
El gran espejo del amor entre hombres pertenece al género del ukiyo-zōshi. Estos «libros del mundo flotante» se publicaron a lo largo de un siglo en Osaka y Kyoto. Ukiyo se refiere al mundo del placer sensual, y por extensión al mundo sensible, contemporáneo. Los ukiyo-zōshi surgieron de las guía de placer que describían la vida en los barrios rojos.
Saikaku dividió su texto en dos partes: veinte historias sobre samurai y veinte historias sobre actores del teatro kabuki. La traducción de Satori, realizada en colaboración por Imoto Akiko y Carlos Rubio, consta de dos volúmenes que pueden leerse de forma conjunta o separada. El primero, «Historias de samuráis», contiene una extensa y detallada introducción de Carlos Rubio a la obra completa de Saikaku, en la que se discuten también las condiciones culturales y sociales en las que trabajó, así como la larga historia de las relaciones homosexuales en el Japón premoderno. El segundo volumen, «Historias de actores», contiene un breve prefacio de Luis Antonio de Villena. Ambos volúmenes traen copiosas notas al pie y referencias bibliográficas.
La traducción de Imoto y Rubio es amena y divertida, y la edición de Satori es robusta y vigorosa. Hasta el papel utilizado es de altísima calidad: terso al tacto como la nuca recién afeitada de un joven actor que se arregla frente a un espejo antes de salir a escena.