Hoy hace cien años nació el novelista y crítico Noma Hiroshi (1915-1991).
Originario de la ciudad de Kobe (Hyōgō), Noma estudió literatura francesa en la Universidad de Kyoto y trabajó unos años para el ayuntamiento de Osaka, participando en paralelo en varios movimientos de izquierda contra el militarismo. Fue movilizado por el ejército imperial japonés en 1941 y sirvió en China y el sureste asiático hasta que contrajo malaria. De vuelta en Japón, pasó medio año en la cárcel por su pasado político.
Después de la derrota de 1945, Noma entró formalmente en el Partido Comunista Japonés y debutó como escritor con la novela corta Kurai e (Imágenes oscuras, 1946), una reflexión sobre la identidad del intelectual revolucionario japonés inspirada por cuadros de Pieter Brueghel.
La obra de Noma está marcada por la experiencia del imperialismo y la ocupación de postguerra, combinando la experimentación narrativa con una sostenida preocupación por los problemas sociales del Japón moderno. Una de sus novelas más conocidas es Shinkū chitai (Zona vacía, 1952), ganadora del Premio Editorial Mainichi de Cultura, donde Noma retrata sin piedad la violencia omnipresente en el ejército imperial japonés. Seinen no wa (Círculo de jóvenes, 1971), merecedora del Premio Tanizaki, es una novela monumental en cinco volúmenes basada en las experiencias del autor trabajando con población burakumin en Osaka en los años 30.