Sigue la serie poética de Tawara Machi.
En dos horas
me volveré Cenicienta
pero tú
sigues hablando
de la guerra nuclear.
Ni-jikan de
Shinderera to naru
go o mae ni
kaku sensō no
hanashi nado suru.
***
Después
de esa guerra nuclear
que dices,
vuélvete agua que fluye
conmigo.
Kimi no iu
kaku sensō no
sono ato o
nagareru mizu ni
naran ka ware to.
***
«Si tienes algo
de qué quejarte,
dímelo directamente».
Sólo porque me lo dices así,
me dan ganas de darte la razón.
«Omae ore
ni iitai koto
ga aru darō?»
Kimetsukerarete
sonna ki mo suru.
¿Se puede pasar del aburrimiento a la ensoñación, y de ahí a pelearse en pocos minutos? Si leemos los siguientes tres poemas tanka de la serie como parte de la misma escena, parecen dibujar los contornos de la montaña rusa emocional que es una relación en sus primeros compases.
Son los años ochenta, y la posible guerra nuclear entre el bloque capitalista y el soviético es un tema que está en la mente de todos. Claro que parece que el yo poético preferiría que su pareja le hiciera más caso a ella, y dejara de hablar de esos temas. De cualquier modo, siempre se puede convertir la aniquilación masiva de la humanidad en una imagen romántica, con los dos amantes fundidos en agua radioactiva que fluye sobre las ruinas.