Fujiwara no Okikaze fue un cortesano de rango medio y un excelente músico. Su actividad poética data de comienzos del siglo diez.
Dejó este poema sobre la vejez:
¿De quién puedo aún decir:
sí, me conoce bien?
Ni siquiera los pinos longevos
de Takasago
son amigos de antaño…
tare wo ka mo
shiru hito ni semu
takasago no
matsu mo mukashi no
tomo naranaku ni
Aquí el poeta se queja de que ni siquiera los pinos de Takasago, famosos por su longevidad, pueden proporcionar consuelo frente a la soledad causada por la muerte de amigos y conocidos.
Takasago, que significa «dunas» (se escribe con los caracteres 高砂: «alto» y «arena» ), designa una sección de la costa de la antigua provincia de Harima (actual Hyōgō), donde río Kakogawa desemboca en el mar.
Takasago es también el título de una obra de teatro noh compuesta muchos siglos más tarde por Zeami (1363-1443), en la que un pino de Takasago y otro de la vecina costa de Suminoe aparecen como una pareja de ancianos. La foto que acompaña este posteo ilustra una escena de esta obra, que se suele representar en ocasiones auspiciosas como forma de desear una larga vida.