En el festival de la cosecha, la parte más importante era una danza de cinco vírgenes elegidas de las casas aristocráticas. En una ocasión, durante el reino del emperador Ninmyō (810-850), al terminar la danza, el poeta Yoshimine no Munesada (816-890) compuso este poema:
¡Oh viento de los cielos
los caminos de las nubes
has de soplar y bloquearlos!
A esas jóvenes muchachas
quisiera verlas todavía un poco más.
ama tsu kaze
kumo no kayoi-ji
fuki-toji-yo
otome no sugata
shibashi todomemu
Se decía que esta danza, conocida como gosechi, se había iniciado cuando una vez el emperador Tenmu (673-686) durante una excursión tuvo una visión de jóvenes celestiales bailando en el cielo del crepúsculo.
Yoshimine no Munesada luego tomó los votos budistas bajo el nombre de Henjô y con este nombre aparece su poema como n. 12 en la colección Hyakunin isshu.
En este poema, compuesto antes de hacerse monje, Henjō adopta una actitud juguetona y mundana, rogando al viento cerrar los caminos entre las nubes para que las jóvenes celestiales no puedan aún marcharse.