El pasado 4 de marzo se anunció a los ganadores de la 48a edición del Premio Yoshikawa Eiji. En esta ocasión se premió a dos autores, el primero de ellos es Ōsawa Arimasa (Nagoya, 1956) por Umi to tsuki no meiro (Un laberinto de mar y luna, Mainichi shinbunsha). Esta obra de misterio narra la muerte sospechosa de una mujer en una noche de luna llena en una pequeña isla minera y la investigación poco ortodoxa que lleva a cabo un joven policía. La divulgación del pasado de los personajes también nos muestra el estigma que lleva el joven policía como alguien incompetente. ¿Podrá defender la justicia esta vez antes de que el asesino de la luna llena actúe de nuevo?
Ōsawa ya había recibido en 1990 el Premio Yoshikawa Eiji para Escritores Noveles por Shinjuku zame (El tiburón de Shinjuku), el primero de una serie de diez volúmenes que tuvo adaptaciones al cine y la televisión.
La otra obra premiada fue Inori no maku ga oriru toki (Cuando caen las cortinas de la plegaria, Kōdansha), el décimo volumen de la serie del detective Kaga Kyōichirō, de Higashino Keigo (Osaka, 1958). En esta ocasión aparece muerta una directora de teatro que había creado un escenario sacado de un sueño que había visto. La investigación se llevará al extremo de la confusión al enfrentarse a un misterio que involucra las vidas de varios personajes…