Hoy hace 150 años nacía Kōda Rohan (1867-1947), uno de los autores que marcó los inicios de la literatura moderna japonesa.
Nacido Kōda Shigeyuki en una familia samurai del barrio de Shitaya de Edo, justo antes de que la ciudad se convirtiera en la capital y cambiara su nombre por el de Tokyo, se formó como operador de telégrafos y fue destinado a la ciudad de Yoichi en Hokkaido. A los pocos años decidió volver a Tokyo, dispuesto a dedicarse por completo a la literatura.
Sus primeros éxitos fueron Fūryū butsu (El buda de la elegancia, Shincho hyakushu, septiembre de 1899) y Gojū no tō (La pagoda de cinco pisos, 1892). Ambas obras están escritas en el elegante estilo neo-clásico popular en la época, pero presentan temas rabiosamente modernos, protagonizadas por personajes que valoran su individualidad y libertad creativa por encima de todo, hasta límites casi trágicos. Su combinación de habilidad estilística con temas actuales le covirtió en uno de los escritores más populares de finales de siglo, junto con el novelista Ozaki Kōyō (1868-1903).
Entrado en el siglo XX, Kōda se especializó en la ficción histórica, ambientada en el pasado de Japón y China, aunque no dejó de lado la experimentación estilística, y su escritura evolucionó hacia formas más modernas. También fue brevemente profesor de la facultad de literatura japonesa de la Universidad Imperial de Kyoto. Como investigador estuvo siempre muy interesado por la cultura de lo sobrenatural y las prácticas mágicas del Taoísmo.
En 1937 fue el primer galardonado con la Orden de la Cultura (bunka kunshō).
Su hija Kōda Aya (1904-1990) fue también una importante escritora en los años de posguerra.