Según los testimonios de sus discípulos directos en Hanaya nikki (Diario de Hanaya, 1811), compilado por Warai Bungyō (1735-1816), éste fue el último haiku que compuso Matsuo Bashō (1644–1694) antes de morir:
Enfermo en el camino,
por campos marchitos
vagan mis sueños.
Tabi ni yande
yume wa kareno o
kakemeguru.
Akutagawa Ryūnosuke (1892-1927) usó este haiku para titular su relato “Karenoshō” (“Campos marchitos,” Shin shōsetsu, Octubre 1918), donde describe los últimos momentos del poeta.